Thymen Arensman gana la penúltima etapa de montaña del Tour
Cinco días después de su victoria en los Pirineos, el neerlandés Thymen Arensman (Ineos) firmó otra hazaña en solitario, adjudicándose la decimonovena etapa del Tour de Francia 2025. La jornada, de 93…
Cinco días después de su victoria en los Pirineos, el neerlandés Thymen Arensman (Ineos) firmó otra hazaña en solitario, adjudicándose la decimonovena etapa del Tour de Francia 2025. La jornada, de 93.1 km entre Albertville y La Plagne, vio a Pogacar y Vingegaard neutralizarse, dejando al esloveno a solo dos pasos de su cuarto título.
Arensman (Deil, 25 años) volvió a sorprender, sumándose al grupo de favoritos para atacar a 14 km de meta y conseguir su segunda victoria en su año de debut, evitando el protagonismo de los grandes favoritos en la última etapa alpina.
El ciclista neerlandés lloraba en la meta, empapado por las lágrimas y la intensa lluvia, sin creer su nueva gesta. Entró en solitario, con apenas dos segundos de ventaja sobre Vingegaard y Pogacar, quienes llegaron juntos, sin ataques mutuos. Ambos parecieron conformarse: uno se llevará el cuarto Tour y el otro será segundo.
El interés de la etapa se centró en la pelea por la tercera plaza del podio y algunos puestos del ‘top 10’. Pogacar, quien igualó a 52 maillots amarillos en el Tour con el mítico Jacques Anquetil, se mantuvo con 4.24 sobre Vingegaard y 11.09 respecto a Lipowitz.
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Este será, salvo sorpresas, el podio de París. “Estoy contando los kilómetros hasta París”, dijo el fenómeno esloveno en meta.
Lipowitz evitó la acometida de Oscar Onley y el británico se mantuvo cuarto. El autríaco Gall, quinto, ganó un puesto y el noruego Johannessen subió tres, ahora sexto. El más perjudicado fue el esloveno Primoz Roglic, que pasó del quinto al octavo puesto. Se mantuvieron Healy y O’Connor como noveno y décimo. La clasificación del Tour 2025 quedó casi sentenciada.
El primer español en la etapa fue Raúl García Pierna, en el puesto 25, a 12 minutos del vencedor, y en la general el mejor es su compañero del Arkea Cristián Rodriguez, vigésimo.
Roglic protagonista en la fuga
La segunda etapa alpina quedó mutilada en 36 km y dos puertos por un brote de “dermatitis nodular contagiosa” que afecta al ganado en la zona del Col des Saisies y que obligó al sacrificio de los animales. Ante el riesgo de propagación de la enfermedad, los ganaderos, autoridades locales y el Tour acordaron desviar la carrera.
De salida, tras los cambios, el Col du Pré (Especial, 12,6 km al 7,7). Tras pasar el inminente esprint intermedio de Villard-sur-Doron, donde puntuó el maillot verde Jonathan Milan, explotó el pelotón. El esloveno Primoz Roglic se empeñó en formar la fuga, hasta que el cuádruple vencedor de la Vuelta lo consiguió junto a Lenny Martínez.
El francés coronó con Roglic y Paret Peintre, quien se unió al final del puerto. Un proyecto blando ante la proximidad del pelotón principal, que no cedió más de un minuto por orden del UAE de Pogacar. La insistencia de Roglic permitió al trío superar el segundo puerto, la Cormet de Roselend (2a, 5,9 km al 6,3).
Arensman se cuela en la fiesta; conformismo de Pogacar
En el descenso se la jugó de nuevo el esloveno del Red Bull, quinto de la general, en busca de un triunfo antes de París y lanzó sus cartas ajeno al tercer puesto de su compañero Lipowitz en la general. “Rogla” lo dio todo en la inmensa bajada de 40 km hasta el pie de La Plagne, jugándose algo más que el chásis poniendo su bicicleta a 95 por hora.
De poco sirvió la valentía del compatriota de Roglic. A 18 km de meta ya estaba a cola de pelotón, superado por una marabunta dirigida por Tim Wellens. Ya solo restaba la escalada a La Plagne (Especial, 19,1 km al 7,2), que albergaba la quinta visita del Tour.
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Un ascenso largo, también con historia, donde se lució en dos ocasiones Laurent Fignon y Pedro Delgado asfixió al irlandés Stepehen Roche en 1987, quien necesitó oxigeno en la cima. Esta vez la narrativa venía escrita.
Era la última oportunidad para derrocar a Pogacar por parte del Visma de Vingegaard, la última para que el esloveno se exhibiera de nuevo y cerrará con llave de seguridad el Tour. Nada de nada entre ambos. Pogacar atacó dos veces, a 14 y 7 km de la cima. No pudo darse el paseo triunfal marca de la casa. El danés se limitó a seguirle la rueda. Pacto de no agresión. Tablas.
Arensman, como hizo en Pirineos, subiendo Superbagnéres, se aprovechó del marcaje entre los grandes ‘gallos’ y despegó a 13 km de meta. Imparable hasta la cima, ajeno a la tormenta de agua, al frio que crecía a medida que ganaba los 2.000 metros de altitud de la Plagne. Allí reeditó otro sueño. La repetición del anterior. Premio a la ambición y el coraje.
Día para las aventuras y salvar la presencia en el Tour
Este sábado se disputará la vigésima etapa, entre Nantua y Pontarlier, de 184,2 km. Jornada propicia para que algunos equipos y corredores que aún no han probado la victoria se lancen al ataque para no irse de vacío. Día para aventureros que entren en la fuga, con un final ondulado que podría ser interesante.
Cuatro cotas en el recorrido, el Col de la Croix de la Serra (3a, 12,1 km al 4,1), de salida, será el principal aliciente, donde el pelotón, probablemente, autorice a los aventureros habituales.