Los Lakers pierden a Austin Reaves por al menos un mes tras lesión en Navidad

Los problemas se acumulan para Los Angeles Lakers tras confirmarse este viernes que su escolta estelar, Austin Reaves, permanecerá fuera de las canchas durante al menos cuatro semanas. El jugador sufrió una distensión en la pantorrilla que agrava la crisis de resultados y salud que atraviesa la franquicia angelina, según reportó la cadena ESPN.

La lesión se produjo durante la derrota de los Lakers ante los Houston Rockets con marcador de 96-119, en el marco de la emblemática jornada navideña de la NBA celebrada este jueves. Aunque Reaves inició el encuentro como titular, se vio obligado a retirarse tras el descanso y no regresó a la duela para la segunda mitad del compromiso.

Esta baja representa un duro golpe para la rotación del equipo, que pierde a uno de sus jugadores más consistentes en un tramo crítico de la temporada regular. El cuerpo médico evaluará la evolución del escolta en el transcurso del próximo mes para determinar su disponibilidad definitiva.

El escolta se sometió este viernes a una resonancia magnética, que reveló una distensión de grado dos en el mayor de los músculos de la pantorrilla izquierda, de acuerdo a la cadena estadounidense.

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Ha estado lesionado

El partido contra los Rockets era el segundo que disputaba Reaves después de haberse perdido los tres anteriores precisamente por molestias en su pantorrilla izquierda.

Reaves ha sido una pieza clave de los Lakers, sobre todo durante la ausencia de LeBron James a inicio de temporada, con un promedio de 26,6 puntos, 6,3 asistencias y 5,2 rebotes por partido.

• Su baja supone un problema para el entrenador de los Lakers, JJ Redick, que tras la derrota de anoche ante los Rockets -tercera consecutiva- estalló contra su vestuario.

“Ahora mismo no nos importa lo suficiente, y eso es lo que más molesta. No nos importa lo suficiente para hacer lo que hay que hacer ni para comportarnos como profesionales”, afirmó Redick en rueda de prensa.

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“Las dos palabras del día eran esfuerzo y ejecución. Cuando hemos hecho bien ambas cosas, hemos sido un buen equipo. Cuando no, somos un equipo terrible. Y esta noche fuimos un equipo terrible. Y eso empezó, la verdad, desde el primer minuto”, siguió el técnico.

“Es una cuestión de elegir. Y demasiadas veces tenemos jugadores que no quieren tomar esa decisión. Y es bastante consistente quiénes son esos jugadores”, añadió Redick, que avisó que el entrenamiento programado para este sábado va a ser “incómodo”.